El Gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro Quintero, ha realizado ciertas acciones durante la semana que dejan pensando si su actuar es justicia o venganza política. Ni la alcaldesa de Bahía de Banderas, Mirtha Villalvazo, ni la presidenta municipal de Tepic, Geraldine Ponce, han acatado sus decisiones y ambas se han visto perjudicadas.
Todo comenzó el miércoles 6 de septiembre del 2023, cuando Navarro Quintero denunció presuntos casos de corrupción en la entrega de licencias de construcción en Bahía de Banderas, donde se estaban pidiendo “sobornos” de entre 3 y 5 millones de pesos a los trabajadores para el otorgamiento de la autorización.
“Les están cobrando cantidades enormes por la autorización de seguir construyendo, y si esto no se resuelve por medio de la reunión y el exhorto que hago, yo acudiré para acompañar a todos aquellos que se encuentran solicitando licencias de construcción del municipio. Iré con ellos a realizar el trámite, a ver si a mí también me cobran”, dijo en su momento
El gobernador de Nayarit debería saber que a pesar de tratarse de un evento ilegal, siempre ha sido así, y sus formas son las que levantan cejas y cuestionamientos, más que el acto en sí, que para nada es aceptable.
Cabe destacar que el choque entre Navarro Quintero y Mirtha Villalvazo viene desde que esta última tomó el cargo de alcaldesa en la región.
Desde el comienzo de sus funciones, Villalvazo ha tenido confrontaciones periódicas con Navarro Quintero y da la impresión de que quedó estereotipada por el gobernador de Nayarit como una persona conflictiva con la que no se puede razonar.
Geraldine, por su parte, decidió no apoyar el llamado de Navarro Quintero para seguir a Adán Augusto y mostró su compromiso con Claudia Sheinbaum en las elecciones internas de Morena, pero después vinieron las represalias.
El pasado 8 de septiembre, Ponce realizó una transmisión en vivo desde su cuenta de Facebook donde expuso la presencia de más de 20 elementos de la Fiscalía, que se encontraban fuertemente armados, en los terrenos de su casa.
“Si me matan o me llego a morir en donde esté, responsabilizo a Navarro Quintero”, declaró un asustado Galván Araiza en la transmisión de su pareja sentimental.
¿Será que quiere eliminarlos de la arena política para acomodar a gente de su confianza?