La empresa australiana Control Bionics desarrolló y presentó una silla de ruedas que se controla con la mente. Está dirigida a las personas con parálisis y cualquier otra discapacidad que les impida moverse por su propia cuenta.
Se trata de un instrumento que funciona mediante la inteligencia artificial y permite que los usuarios utilicen señales de su cerebro para completar asignaciones que de otra manera requerirían un joystick, una pantalla táctil o un mouse.
La silla se llama DROVE y, en palabras de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth (CSIRO, por sus siglas en inglés), las personas que requieran la silla pueden controlar un cursor en una computadora o teléfono inteligente mediante el seguimiento ocular y después seleccionar acciones con una señal neuronal.
“Con este dispositivo, las personas que no pueden controlar los músculos involucrados en el habla pueden comunicarse de manera efectiva a través de texto y de texto a voz. También pueden controlar dispositivos vinculados en el hogar, desde televisores hasta manijas de puertas inteligentes y puede cambiar la vida cuando se trata de comunicación e interacción social”, menciona la CSIRO.
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La agencia gubernamental australiana agrega que si bien la tecnología controlada por la mente puede parecer algo sacado de las películas, la idea de una silla de ruedas que se controla con la mente en sí no es tan complicada.
“Esta tecnología capta señales del cerebro que controlarían un músculo, incluso si el músculo en sí no es 100% funcional, y las utiliza como entrada en un dispositivo inteligente”, concluyen.
